Fundamental para sentirnos seguros
En la actualidad no podemos concebir un entorno profesional sin la presencia de nuevas tecnologías. Ordenadores, portátiles, tablets, Smartphone… forman parte de nuestra vida cotidiana y no podemos excluir el uso que de esto hacen personal administrativo, jefes, directivos, asesores externos…de todas y cada una de las sociedades que forman nuestro tejido empresarial.
Si hablamos de nuevas tecnologías, no podemos dejar en el tintero internet, la mayor autopista de la información, por la que fluye prácticamente todo el conocimiento del ser humano convirtiéndose así en una herramienta indispensable para desarrollar nuestro trabajo diario, necesaria para desenvolverse en un entorno laboral continuamente cambiante pero basado totalmente en las nuevas tecnologías. Pero internet, además de estas ventajas, también tiene inconvenientes, ya que a veces el tráfico de la información que manejamos puede contener amenazas que pueden vulnerar o incluso comprometer de una manera o de otra, la preciada información que se guarda en los equipos de las empresas. Es por este motivo por el que yo siempre recomiendo tener un cortafuegos con bloqueo de amenazas.
Pero, ¿Por qué un cortafuegos? Para comprender porque es necesario disponer de un buen cortafuegos es necesario entender qué es. Por tanto, podemos definirlo como una solución basada en hardware o software o una combinación de ambos, que forma parte de un sistema o una red que y está diseñada para bloquear el acceso no autorizado, permitiendo al mismo tiempo comunicaciones autorizadas. Su uso más frecuente es evitar que los usuarios de Internet no autorizados tengan acceso a redes privadas conectadas a Internet, especialmente intranets, así, todos los mensajes que entren o salgan de la intranet pasan a través del cortafuegos, que examina cada mensaje y bloquea aquellos que no cumplen los criterios de seguridad especificados.
Conforme las amenazas a la red continúan creciendo y evolucionando, los enrutadores seguros y el software antivirus tradicionales no son suficientes para proteger la red de virus complejos spyware y código malintencionado. Y es por eso que los cortafuegos actuales unifican varias tecnologías de protección y productividad en una solución completa, que habitualmente combinan con el cortafuegos dinámico de inspección profunda de paquetes con antivirus, antispyware, prevención contra intrusiones, redes privadas virtuales sólidas, filtro exhaustivo de contenido y control de aplicaciones, bloqueo del correo electrónico no deseado y funcionalidad inalámbrica integrada.
Aunque por desgracia, los cortafuegos no son perfectos, tienen importantes limitaciones, tales como:
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Un cortafuegos no puede proteger contra aquellos ataques cuyo tráfico no pase a través de él.
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El cortafuegos no puede proteger de las amenazas a las que está sometido por ataques internos o usuarios negligentes. El cortafuegos no puede prohibir a espías corporativos copiar datos sensibles en medios físicos de almacenamiento (discos, memorias, etc.) y sustraerlas del edificio.
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El cortafuegos no puede proteger contra los ataques de ingeniería social.
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El cortafuegos no puede proteger contra los ataques posibles a la red interna por virus informáticos a través de archivos y software. La solución real está en que la organización debe ser consciente en instalar software antivirus en cada máquina para protegerse de los virus que llegan por cualquier medio de almacenamiento u otra fuente.
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El cortafuegos no protege de los fallos de seguridad de los servicios y protocolos cuyo tráfico esté permitido. Hay que configurar correctamente y cuidar la seguridad de los servicios que se publiquen en Internet.
Aun así, es altamente recomendable tener uno instalado, buscar la configuración que más se adapte a las necesidades de cada uno y por último establecer medidas de seguridad interna para proteger nuestra información más sensible.
